968 52 38 94 Pla. Puerta de la Serreta, 9, Entlo-l – Cartagena (C/ Parque)
Podología física

La Clínica Podológica Díaz Urán también desarrolla esta especialidad cuando la patología del pie del paciente lo requiere y así convenientemente lo estima nuestro podólogo.

¿Qué es la podología física?

La Podología Física consiste en la utilización de diversos agentes físicos como el calor, el frío, la luz, la electricidad, las manipulaciones, las ondas acústicas, etc… Para conseguir tratar diferentes afecciones pedicas o como mínimo anular o paliar en la medida de lo posible la sintomatología dolorosa que acompaña siempre a estas afecciones. Fascitis, fasciosis, tendinitis, metatarsalgias, ulceraciones, heridas, xerosis, grietas, traumatismos, esguinces, subluxaciones son patologías que tratamos con éxito aplicando alguna de las terapias físicas de las que disponemos en nuestra Clínica Podológica.

¿Qué utilizamos?

Todo el aparataje que dispone nuestra clínica es de última generación y están autorizados para su utilización en sanidad por la C.E.E. (todos llevan la identificación auténtica obligada) y nuestros podólogos han recibido la correspondiente formación para aplicar estas terapias, formación que permanentemente es reciclada y puesta al día con la asistencia a distintos cursos donde ese enriquecen de los últimos avances ene este tipo de tratamientos.

Entre los diversos tratamientos de podología física que empleamos en nuestra clínica destacamos los siguientes:

Láser

También en nuestra clínica y dentro de esta especialidad de podología física disponemos de aparatología Láser que utilizamos para tratar diversas patologías del pie tanto de carácter agudo como crónico.

Destacamos la utilización del Láser Cure que al bioestimular los tejidos dañados nos va a proporcionar un alivio del dolor en un tiempo extraordinariamente corto. La laserterapia o fotobiomudulación se basa en el uso de longitudes de onda específica para conseguir efectos terapéuticos que en la clínica podológica utilizamos para tratar determinadas patologías.

El láser nos permite penetrar en las capas más profundas de las uñas sometiendo a cualquer tipo de hongo durante fracciones de segundo a temperaturas elevadísimas, lo que provoca su eliminación y desaparición de forma más temprana que con los tratamientos más cotidianos.

La aplicación del láser en cualquiera de estas patologías mencionadas no resulta dolorosa pero si en algún caso excepcional no fuera así, disponemos de recursos a modo de anestésicos locales para anular o aminorar cualquier tipo de molestia o dolor.

Mencionaremos las más habituales:

  1. Heridas y úlceras. El láser mejora y sobre todo agiliza la cicatrización de las mismas, especialmente los empleamos en aquellos pacientes que por diversos motivos (diabéticos, patologías vasculares, etc) tienen grandes dificultades para la cicatrización de sus heridas.
  2. IPK (callos  muy dolorosos que no mejoran con los tratamientos podológicos cotidianos) y algunos tipos de quistes.
  3. Papilomas o verrugas víricas que no respoden a la acción de otros tratamientos.
  4. Talalgias (dolor en talón) sea por fascitis o fasciosis plantar y otras causas, haya o no presencia de espolón calcáreo.
  5. Metatarsalgias (dolor en la planta del pie)
  6. Esguinces y roturas musculares
  7. Tendinitis
  8. Hongos en las uñas (onicomicosis) el láser se ha convertido en el medio más efectivo, rápido, seguro e indorloro para tratar esta afección que con tanta frecuencia vemos diariamente en nuestras consultas de podología y que tanto tiempo nos lleva su curación con las terapias más habituales como son los barnices tópicos antifúngicos.
Ondas de choque

Son ondas acústicas de alta frecuencia que favorecen los procesos de regeneración y de recuperación de los distintos tejidos corporales. La energía mecánica transmitida por las ondas provoca reacciones de bioestimulación en los mismos favoreciendo las recuperaciones óseas, tendinosas y de tejidos blandos.

Entre las patologías más frecuentes que tratamos en nuestra clínica podológica destacamos las siguientes:

  • Tendinitis y tendinosis, la más habitual del tendón de aquiles.
  • Tenoperiostitis.
  • Fascitis y fasciosis plantar con presencia o no de espolón calcáneo.
  • Metatarsalgias por diferentes causas como por Neuroma de Morton.
  • Bursitis, roturas del plato flexor, etc.
  • Edemas óseos.
  • Heridas y ulceraciones.
  • Xerosis que provocan fisuras y grietas.

Las sesiones, pese a la creencia popular de que son dolorosas, podemos asegurar que no es así cuando se utiliza aparataje homologado por la C.E. y cuando se aplican con criterio y en el supuesto caso de que ocasionalmente así lo fueran en la sesión de inicio, la clínica dispone de medios auxiliares para reducir o aminorar esas molestias

Diatermia

Es una técnica de electroterapia que trabaja con frecuencias muy altas provocando un incremento térmico en los tejidos, tanto en los superficiales como en los más profundos ayudando así a la recuperación de los mismos cuando estos han sufrido algún de lesión.

Gracias a ese incremento térmico se producen efectos analgésicos, antiiflamatorios, antiedematosos y se acelera el proceso de regeneración de los tejidos de la zona corporal afectada. Habitualmente en nuestra clínica podológica lo solemos emplear como terapia coadyuvante al efecto de las ondas de choque en las mismas patologías indicadas para ellas, aunque también se pueden aplicar de modo único cuando el caso lo requiera por diversas circunstancias.

Por la experiencia que tenemos en nuestra clínica en cuanto a su uso y resultados destacaríamos la idoneidad de su aplicación en el tratamiento de heridas de difícil cicatrización, úlceras y fisuras y grietas y en perniosis (los conocidos popularmente como sabañones). Gracias al empleo de esta terapia se reducen considerablemente los tiempos de curación de estas afecciones mencionadas, sobre todo en pacientes diagnosticados de pies de riesgo como son los diabéticos y aquellos pacientes con algún tipo de insuficiencia vascular.